He de reconocer que para mí no existe trabajo más agradecido que el que se realiza sobre papel, preferiblemente con carboncillo. Fue la primera técnica que me enseñaron a usar y la que empleo para mis momentos de «creación impaciente» o de «desahogo rápido». Cualquiera de mis dibujos o pinturas tienen un significado para mí o reflejan un momento en especial. Siendo incomparables las horas de menos que dedico a una lámina respecto a un cuadro, reconozco que si tuviese la oportunidad (y sobre todo el espacio!), enmarcaría cada una de ellas y las colgaría para mi colección particular.
De momento, están todas archivadas y guardadas a modo diario, recordándome pequeños-grandes momentos pasados, presentes y anhelos futuros.
PD. He mentido. «Presente» está enmarcada y colgada en mi estudio. Estuvo a punto de marcharse, pero…agradezco que se quedase conmigo.




