El estilo Pop-Art es un modo original y muy divertido de representar escenas. Los retratos pintados siguiendo esta técnica son bastante agradecidos a la vista dado que se puede jugar con los colores y con la imaginación. La ejecución de los mismos es más sencilla que la de los retratos «clásicos» o «realistas» y permiten más agilidad para su creación. No obstante, el hecho de poder jugar con diferentes colores, fondos, etc… no siempre va a encajar en la decoración del espacio donde queramos colocarlo y no debería ser un elemento discordante. Por eso mismo, siempre se puede optar por una versión más «clásica» en blanco y negro, sepia, etc…


